Creo que cualquier bandera entorpece. Lo que tenemos que tener es una bandera de justicia, de bondad, de educación, de cultura, de sensibilidad, de filantropía, otro sustantivo maravilloso de los griegos, el amor a los otros. Pero trazar fronteras me parece una equivocación. No lo entiendo. Ahora hay que ser un poco radical y un poco generoso, y entender y estudiar. Yo me sentí en mi país desde los Pirineos hasta la isla más al sur de Canarias. Me parece un terrible error, porque se están olvidando problemas mucho más importantes de nuestro país con esta historia de los nacionalismos, se están olvidando de la corrupción de un lado y de otro. Hay un gran señor de un nacionalismo que vendió su ideología y tiñó el nacionalismo de la patria y resulta que lo que verdaderamente estaba haciendo era llevándose el dinero a Andorra. Pues nadie habla de eso. Tampoco se habla de los Bárcenas ni de los Ratos.
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