sábado, 14 de enero de 2017

España como vergüenza propia, por Luis García Montero

La peor herencia del franquismo ha sido la impunidad de la mentira, la destrucción de una opinión pública dispuesta –por lo menos– a guardar las formas y a no convivir de manera manifiesta con la mentira. En muy pocos países civilizados hubiese resistido un político como Rajoy después del famoso mensaje a Bárcenas, cabeza visible de la corrupción: “Luis, sé fuerte”. Muy pocos países hubiesen resistido la indignidad del trato a las víctimas del accidente n 2003 del Yak-42: 75 personas muertas (62 militares), por la gravísima irresponsabilidad del ministerio de Defensa. LEER

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