Entre profesores, solemos utilizar la pregunta: traerías aquí a tus hijos?, para comprobar nuestro grado de satisfacción con el centro en el que estamos trabajando. De tal forma que una respuesta afirmativo a tal cuestión viene a significar de manera rotunda que dicho centro alcanza un nivel de calidad más que aceptable. Y por lo tanto no tendríamos ningún inconveniente en que nuestros hijos se escolarizasen en el mismo.
La historia de la gestación de KIKIRIKI me parece tiene mucho que ver con lo anterior. En este caso han sido un grupo de padres y madres con hijos e hijas entre uno y cinco años los que han decidido poner en marcha el centro de sus sueños; es decir , el centro al que les gustaría poder llevar a sus propios hijos e hijas.
Tal vez ese dato sería más que suficiente para garantizarnos el nivel de calidad educativa que indudablemente están persiguiendo con su apuesta. Si ello no fuese suficiente bastaría con asomarnos a las trayectorias vitales y profesionales de las personas que están detrás del proyecto, a sus inquietudes como padres y madres, a sus planteamientos a la hora de ir definiendo el tipo de educación que quieren para sus hijos e hijas, para comprobar que estamos ante un grupo del que podemos fiarnos plenamente , en el sentido de que van a poner en marcha la “escuelita” que a todos nos hubiese gustado encontrar.
Y por si todo lo anterior fuese poco, los promotores de KIKIRIKI han empezado el proyecto buscando con esmero y criterio contrastado lo que debe ser la piedra angular del mismo: el profesorado. Nos consta que durante dos meses han hablado, entrevistado, leído currículos, recabado opiniones de gente experta ,etc., etc., hasta asegurarse la contratación de profesionales de la educación infantil del máximo nivel y de la máxima confianza.
Si a ello unimos que el espacio que albergará el proyecto reúne las mejores condiciones para definir un entorno educativo acogedor y motivador, en una zona , además, con unas enormes posibilidades de esparcimiento al aire libre, no nos queda más que felicitarnos por la gran suerte de poder disponer en nuestro barrio de un centro de educación como KIKIRIKI. Les damos nuestra más cordial bienvenida.