Hay un desajuste muy grande entre el sistema de enseñanza y la sociedad. Yo insisto mucho en el placer de aprender. La idea de que es un esfuerzo que hay que hacer para salir adelante y para que los padres estén contentos es una pérdida enorme. Hay que volver a sentir el placer de estudiar, de investigar. Eso implica concebir la enseñanza de una manera completamente diferente. Hay que trabajar la curiosidad, la imaginación.../..
La educación es el gran fracaso de la democracia española. La democracia no se vive en la escuela. No entiendo por qué no se hacen Parlamentos en la escuela, por ejemplo.../...
La izquierda española ha sido muy poco imaginativa, poco creativa. Hay que pensar por qué algunos conceptos de la izquierda no han fructificado. Siempre me ha interesado por qué se ha valorado tan poco a la persona en la izquierda. Siempre se habla del colectivo. La individualidad genera desconfianza en la izquierda, y es un error. Nunca se ha visto bien la imaginación, la originalidad, la creatividad. Si tú no creas, no rompes moldes, no los va a romper la Iglesia. El espacio que se ha dejado a la Iglesia es por la propia pobreza de la izquierda. En España hay una izquierda muy antigua, que no ha renovado conceptos. Hasta en la concepción de la pareja, de la que hablo mucho en el libro, la izquierda tiene una visión tradicional. Tenemos una izquierda muy conservadora, que no se ha ganado a los jóvenes.
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