Abundan los políticos que no se preocupan por si lo que dicen tiene relación con la realidad. En España, por ejemplo, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha negado en numerosas ocasiones hechos sobre los que existía total certeza. Ya no se trata solo de una característica peculiar de una persona concreta, sino de una táctica, una manera de enfocar la relación con los ciudadanos en la que lo que se dice, se mantiene y reafirma puede ser absolutamente mentira, sin que eso tenga la menor relevancia. La negación absoluta de los hechos, de los datos y de la evidencia, sin la menor precaución ni decencia, está a la orden del día en conferencias de prensa, comparecencias públicas y discursos ante Parlamentos o instituciones.
LEER
No hay comentarios:
Publicar un comentario