Tu móvil es un espía y un chivato. Ese intruso en tu bolsillo sabe más sobre ti que tú mismo. Y le va contando a otros todo lo que ve y escucha. El espionaje a los políticos catalanes nos recuerda lo vulnerables que son estos artefactos en los que confiamos nuestros datos más íntimos. Tu móvil sabe dónde vives, con quién duermes, si duermes bien o mal, a qué hora te despiertas, si has roto las reglas del confinamiento, quién es tu familia, quiénes son tus amigos lejanos y cercanos, quién es tu médico, y puede inferir miles de datos más a partir de sus muchos sensores.../...
Cuidado con las apps que usas. Usa solo las necesarias, trata de verificar que sean confiables a través de una búsqueda en Internet, borra las que no usas, y no le des a ninguna app ningún acceso (a tu cámara, micrófono, localización o contactos) que no sea imprescindible.
Para mandar mensajes, usa una app que utilice encriptación de extremo a extremo (end-to-end encryption). La app de mensajería más segura probablemente sea Signal. Puedes escoger que tus mensajes desaparezcan después de ser leídos. Así te proteges, no sólo de amenazas externas, sino también de la persona a quien le mandas el mensaje. Usa un e-mail seguro, por ejemplo, ProtonMail.
Cuidado con conectarte a un wifi gratis. Tus datos personales quedarán expuestos al propietario de la red y a otros usuarios conectados al mismo wifi. Si es necesario conectarte a una red insegura, usa una VPN, pero asegúrate de que sea confiable, porque recibirá tus datos.
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