lunes, 7 de enero de 2013

Alegato contra la codicia, por Rafael Argullol

Tras subir lentamente las escaleras,
arrastrado por la apretada multitud de pasajeros,
sale por la boca del metro de Syntagma,
justo delante del Parlamento, en el momento mismo
en que el reloj señala laa nueve en punto.
A esta hora la muchedumbre llena la plaza,
y Dimitris Christoulas desconcertado
por el movimiento que observa a su alrededor,
busca refugio detrás de un árbol.
Enseguida saca el revólver
del bolsillo derecho de su americana
para dirigirlo a su sien.
Cuando su dedo índice roza el gatillo...

Leer

No hay comentarios:

Publicar un comentario