El fraude fiscal es muy alto. Reducido a la mitad las recaudaciones subirían tres puntos.
No hay voluntad política, ni se dedican recursos, para evitar que defraudar en España sea tan rentable.
El principal problema del IRPF español es que, lejos de gravar toda la renta de todos los contribuyentes, sólo grava ciertas rentas de algunos contribuyentes.
Una situación francamente incomprensible, máxime después de tantos años de gobiernos "socialdemócratas".
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Viajes raros
Hace 3 años
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