La sesíon de ayer - 6 de Octubre - ha sido una sesión mucho más relajada. El primer día pareció una maratón con ritmo de cien metros lisos y ayer fue muy distinto.
Se agradece ese acercamiento al nivel de cada uno , sobre todo al de los más rezagados - el clan de l@s abuelos/as - y ese volver a lo del día anterior para enlazar con ello.
Está claro que las redes sociales suponen un avance espectacular y con una inmensas posiblidades en el campo de la enseñanza. Por tanto hay que conocerlas y hay que manejarlas.
Otra cuestión es el mal uso que tal vez muchos jóvenes - y no tan jóvenes - están haciendo de ellas. No puede ser un motivo para rechazarlas de plano. Se trata una vez más de enseñar a usarlas de otra manera. Incluso me atrevería a decir que el posible mal uso que están haciendo de ellas tiene que ver con el preocupante desarme ético que se está dando en la sociedad en general y en los centros de enseñanza en particular.
Cuando todos entendamos que en los Institutos ( voy a lo que más conozco) hay que EDUCAR Y no sólo ENSEÑAR determinadas materias ( que por cierto se enseñan poco y mal), recuperarenos ese papel de referencia ética que debemos ser. Los alumnos tienen que aprender a ser de una determinada manera y a comportarse de una determinada manera. Pero alguien tiene que enseñarles.
Es decir que sí a las redes sociales, sí a su uso en la enseñanza , pero sometido a un código ético . Código que , por cierto , debería ser muy parecido al que regule cualquier otra actividad relacional entre personas.
No tengo claro aún las que pueden sernos más útiles. La que se está organizando en cada clase de este Máster me parecen muy interesantes. Habría que saber muy bien cómo introducirlas en el aula, qué cambios supone ( me preocupa mucho el tema de la evaluación) , los pros y los contras y me parec muy bien esa idea de ir definiendo un decálogo para su utilización.
Una cosa que me preocupa siempre en enseñanza es convertir a algo en la panacea para todo. ¡Cuidado!