domingo, 6 de noviembre de 2016

No confundamos vuestra verdad, por Luis García Montero

Debemos aprender a escribir la verdad con letras minúsculas. La verdad escrita con mayúsculas, conviene repetirlo una vez más, está siempre humillada a la mentira de los dogmas y los mandatos esenciales. La verdad como opinión propia, como perspectiva de la conciencia personal, aspira sólo a relacionarnos con el mundo de forma honesta, amparados en la voluntad de no mentir más que en la posesión de la certeza. LEER